Se trata del primer cierre total de la red de Metro desde 2002 por una disputa sobre los salarios y las condiciones de los trabajadores, especialmente en lo relativo al servicio de Metro nocturno durante el fin de semana que Londres estrenará en septiembre.
Todas las estaciones permanecerán cerradas durante toda la jornada después de que los cuatro sindicatos rechazaran de pleno el miércoles la oferta final que incluía un aumento salarial del 2% y 2.000 libras anuales para los conductores que pasen a ese servicio nocturno.
Se han desplegado 200 autobuses adicionales y se ha reforzado el servicio de transportes en el Támesis. La compañía de transportes de Londres recomienda el uso de la bicicleta y caminar, en la medida de lo posible, así como prever los desplazamientos fuera de las horas puntas.
El paro ha causado serios problemas para millones de personas que querían ir a sus puestos de trabajo, al formarse largas colas en las paradas de los autobuses.
En algunos casos, los conductores se negaron a conducir sus autobuses porque iban muy llenos y ningún pasajero quería bajarse de los vehículos en un intento por llegar de alguna forma al trabajo, según han informado los medios locales.