Cardenal Pell dice que es "inocente" de la acusación de pederastia y está dispuesto a declarar en Australia
La Policía del estado australiano de Victoria imputó al cardenal, máximo representante de la Iglesia católica de ese país, por presuntos delitos de pederastia, y le citó a comparecer ante un tribunal el próximo 18 de julio.
En una comparecencia sin preguntas ante los medios, el cardenal, de 76 años, explicó que el Papa le ha concedido una excedencia para regresar a su país, colaborar con la justicia, "limpiar" su nombre y "regresar a Roma" para continuar con su cargo.
Rechazó "por completo las acusaciones" que le llegan de las autoridades australianas y dijo que durante el periodo de pesquisas ha sido "completamente claro" al defender su inocencia.
En este proceso explicó que ha informado "regularmente" al Papa, que está al corriente de la situación de su prefecto para la Secretaría para la Economía.
La Santa Sede, por su parte, emitió un comunicado en el que señala que ha recibido con "desagrado" la imputación del purpurado y expresa su respeto por la justicia australiana pero recuerda que Pell "ha condenado repetidamente durante años" los casos de abusos.
Además, indica el Vaticano, Pell ha apoyado la creación de la Comisión Pontificia para la Tutela de los Menores y, como obispo diocesano de Australia, "ha introducido sistemas y procedimientos para la protección de los menores y para garantizar la asistencia de las víctimas de abusos".
Pell, máximo representante de la Iglesia católica australiana, es sospechoso de haber abusado sexualmente de menores cuando era sacerdote en la ciudad de Ballarat (1976-80) y cuando fue arzobispo de Melbourne (1996-2001), ambas en el estado de Victoria.
La Policía de este estado confirmó en mayo que investigaba al cardenal, quien ya entonces a través de un portavoz defendió su inocencia y atribuyó las acusaciones a una campaña de difamación.
Entre las acusaciones se cuentan la de dos hombres que aseguran que Pell les tocó los genitales de forma inapropiada en la década de 1970, mientras un tercero asegura haber visto al prelado exponerse desnudo ante muchachos jóvenes.
Las investigaciones exoneraron a George Pell, quien en febrero dio su testimonio por videoconferencia ante una comisión gubernamental australiana que investiga los abusos sexuales a menores en el seno de organizaciones e instituciones públicas, religiosas y sociales.