Esta condena añade tensión a las relaciones entre los gobiernos de Otawa y Pekín, que se han complicado tras el arresto en Canadá de la directora de la empresa tecnológica Huawei en el mes de diciembre y de las detenciones posteriores de dos canadienses en China.
Pekín no ha relacionado los hechos, aunque sí ha exigido de nuevo que liberen a su alta ejecutiva.
La agencia estatal de noticias Xinhua anunció la sentencia y señaló que todos los bienes del acusado han sido confiscados, sin proporcionar más detalles del juicio sobre el que se había generado gran expectación después de que se ordenara a finales de diciembre repetir el proceso, al considerar demasiado poco severa la pena impuesta de 15 años por el Tribunal Popular de Dalian, en el noreste.