Con sus 2.300 años de antigüedad y sus más de 21.000 kilómetros de largo, la gran Muralla China es uno de los monumentos más famosos y visitados del mundo. En 1644 cuando cae la dinastía Ming la gran muralla se va poco a poco abandonando y no será hasta mitad del siglo pasado cuando las autoridades deciden poner en marcha un ambicioso plan de reconstrucción.
La tarea en todo caso era titánica y en estos años apenas ha recuperado una ínfima parte, la mas visitada por los turistas, pero en zonas mas alejadas y de difícil acceso el monumento pierde su nombre, grietas, paredes y torres hundidas y partes directamente impracticables. Ahí es donde entran en funcionamiento estos drones.
Señalando con exactitud dónde están las partes mas dañadas y sabiendo que se necesita, los arquitectos pueden organizar mejor la reconstrucción, que eso si, sigue siendo casi de la edad media, tanto por las técnicas como por los burros que por ejemplo siguen utilizando los obreros para llevar los materiales. Ellos, deben subir y bajar a pie, Aun así dicen estar felices porque con su trabajo dicen, están salvando la historia, su historia.