Durante un foro organizado por la cadena CNN y televisado de los precandidatos con simpatizantes demócratas en Iowa, el presentador y el público mencionaron a Sanders en varias ocasiones en sus preguntas a la exsecretaria de Estado, pero ésta evitó atacarle y se limitó a decir que ella es "la más preparada para ser presidenta".
"Respeto mucho al senador Sanders y creo que ha hecho un buen trabajo en esta campaña, pero creo que soy la más preparada para ser presidenta", aseguró Clinton cuando se le pidió que opinase sobre el último vídeo de campaña del senador por Vermont, que llegó a calificar de "fantástico". Las últimas encuestas dan una ligera ventaja a Clinton para los caucus de Iowa, que se celebrarán el 1 de febrero e inauguran el ciclo de primarias de los partidos, mientras que colocan en cabeza a Sanders en las votaciones que tendrán lugar en Nuevo Hampshire el 9 de febrero.
La exprimera dama también se defendió ante las acusaciones de Sanders sólo unos minutos antes, al recordar que cuando era senadora por Nueva York, Clinton votó a favor de la guerra de Irak, y que además de experiencia se requiere "buen juicio" para ser comandante en jefe de EE.UU. "Tengo un historial mucho más largo que un sólo voto y del que ya he dicho que fue un error", respondió Clinton en referencia a su posicionamiento sobre la guerra de Irak, y aseguró que si el presidente Barack Obama la eligió para ser secretaria de Estado es porque tiene buen juicio.
Precisamente, la exsecretaria de Estado reivindicó el "progreso" logrado durante el mandato de Obama y dijo que el próximo presidente debe construir sobre esos hitos, a la vez que se mostró convencida de que para la Casa Blanca hay que elegir "a alguien que sea un luchador comprobado". "Estoy muy orgullosa de que nosotros tres (Sanders, el exgobernador de Maryland Martin O'Malley y ella misma) hemos hecho una campaña hablando sobre las cuestiones que nos preocupan", apuntó Clinton, en contraposición a lo que consideró una campaña "de insultos" entre los republicanos.
Ésta fue la última ocasión en la que los tres precandidatos demócratas compartieron evento antes del caucus el próximo lunes, una cita considerada crucial en esta campaña, ya que una hipotética victoria de Sanders le pondría de lleno en la lucha por la nominación, mientras que una derrota consolidaría que Clinton fuera la favorita. "Tengo la experiencia y el juicio para tratar con todas las cuestiones que conlleva el cargo de presidente", aseguró en su turno Sanders, al ser preguntado por la entrevista a Obama del diario Politico, en la que advirtió que como presidente uno "no tiene el lujo de centrarse en una sola cosa".
La crítica de Obama hacía referencia a la creciente desigualdad entre los más ricos y el resto de la población, algo que se ha convertido en el auténtico centro de la campaña de Sanders y que el senador ha logrado situar también entre los principales asuntos de las primarias demócratas. "Lo más importante en política exterior que ha ocurrido durante los últimos años fue la guerra de Irak. Yo voté en contra. Hillary Clinton votó a favor", dijo el senador, quien admitió que su mensaje ha resonado "más rápido y más lejos de lo que imaginábamos" al lanzar la campaña.
El autoproclamado político socialista se mostró convencido de que "los problemas que enfrentamos hoy en día son tan graves que necesitamos ir más allá del 'establishment' político, necesitamos una revolución política". "Después de que todos rescatásemos Wall Street, ya es hora de que Wall Street pague los impuestos que le tocan", espetó.
Por su parte, el tercer precandidato en liza, el exgobernador de Maryland Martin O'Malley, a quien las encuestas no dan ninguna opción, dijo ser "el único de los tres" con un historial "que demuestra que no divido a la gente, sino que la uno. Y eso es lo que nuestro país necesita ahora mismo".