La obesidad y las enfermedades que de ella derivan es un problema de salud pública generalizado en Estados Unidos, por lo que la reducción del consumo de refrescos es importante para poner freno a "la epidemia" de sobrepeso en el país. los principales fabricantes de refrescos, Coca-Cola y PepsiCo, financiaron a 96 organizaciones promotoras de la salud en Estados Unidos con el objetivo de minimizar la concienciación sobre el vínculo entre las bebidas azucaradas y la obesidad, reveló un nuevo estudio publicado.
Sin embargo, varios artículos sugieren que las compañías de refrescos están utilizando sus recursos para impedir las intervenciones de las organizaciones de salud pública que podrían reducir el consumo de refrescos por parte de los ciudadanos.
"Aunque el patrocinio corporativo de las empresas de tabaco y alcohol se ha estudiado ampliamente, no ha habido ningún intento sistemático para catalogar las actividades de patrocinio de las empresas de refrescos", apunta el nuevo estudio publicado en la revista científica de la Asociación de Medicina Preventiva de EE UU.
Así, la investigación busca arrojar luz sobre la naturaleza, extensión y consecuencias del patrocinio de las compañías de refrescos a organizaciones médicas de EE.UU., así como los gastos de presión política que estas compañías han ejercido sobre legislaciones de salud pública relacionadas con la nutrición entre 2011 y 2015.
De las 96 organizaciones patrocinadas, había 63 organizaciones de salud pública,19 organizaciones médicas,siete fundaciones de salud,cinco organizaciones gubernamentales, y dos grupos de suministro de alimentos. La lista contiene dos organizaciones contra la diabetes, la Asociación Americana de Diabetes y la Fundación de Investigación de Diabetes Juvenil, "lo cual es sorprendente, dado el vínculo que se establece entre la diabetes y el consumo de bebidas azucaradas", agrega la investigación.
Durante el período de estudio, esas dos compañías presionaron contra 29 proyectos de ley de salud pública destinados a reducir el consumo de refrescos o mejorar la nutrición. De estos, 12 propuestas legislativas pretendían aumentar los impuestos sobre las bebidas azucaradas y cuatro sobre regulaciones del Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria.
Además, tres aludían a reglamentos publicitarios, una era relativa al límite de tamaño de esas bebidas en Nueva York, y otro era un proyecto de ley para extender las etiquetas de advertencia sanitaria de los cigarrillos a este tipo de bebidas.
En 28 de los 29 casos (97 %), las posiciones de las compañías de refrescos eran antagónicos a la salud pública, agrega el informe. Entre 2011 y 2014, Coca-Cola gastó de media más de seis millones de dólares al año en este tipo de acciones mientras que PepsiCo gastó tres millones, según el estudio.