El cocodrilo del Nilo regresa a Marruecos un siglo después de la desaparición de esta especie
Los cocodrilos del Nilo (Crocodylus niloticus) han regresado al sur de Marruecos en formato para turistas, un siglo después de la desaparición de esta especie en el país magrebí.
El parque de cocodrilos, inaugurado hace cuatro años a 12 kilómetros al sureste de Agadir (600 kilómetros al sur de Rabat), se extiende sobre una superficie de cuatro hectáreas y acoge a más de 120 saurios, además de otras especies como tortugas gigantes, iguanas y serpientes.
El creador y diseñador de este original parque, Luc Fougeirol, explicó que el sitio es uno de los más grandes en el norte de África que fue fundado gracias a la financiación de miembros de su familia y de otros socios marroquíes.
El parque, que desde el exterior aparece como una alcazaba con murallas, tiene una entrada en forma de boca de cocodrilo, y consta de tres pequeñas lagunas artificiales conectadas más varios jardines botánicos, además de restaurantes y espacios de ocio para niños.
Con una tarifa de 7 euros por persona, los 150.000 visitantes anuales del "Crocoparc" pueden ver a los protagonistas del sitio, los cocodrilos, que pasan la mayor parte del día dormidos bajo el sol, cuando no se sumergen para nadar perezosamente.
El momento más tenso de la jornada es a la puesta del sol, cuando los trabajadores les arrojan decenas de gallinas recién sacrificadas como comida a los cocodrilos. De repente, los animales se vuelven locos y se abalanzan unos encima de otros compitiendo por la pitanza.
La mayoría de estos saurios fueron importados en diferentes momentos desde en parque similar situado en la isla tunecina de Djerba, aunque ya hay varios que han nacido en el parque de Agadir, donde los visitantes pueden ver a también a bebés cocodrilos de apenas 20 centímetros y que crecen dentro de jaulas de cristal.
La responsable de comunicación del Crocoparc, Laila Sudaigui, explicó a Efe que el cocodrilo del Nilo, que sobrevive en una temperatura de entre 28 y 32 grados, puede vivir hasta cien años, y aguantar hasta tres meses sin comer.
El parque alberga también una decena de tortugas africanas gigantes (centrochelys sulcata), originarias de los países del Sahel, y consideradas las terceras más grandes en la especie en todo el mundo después de las de las islas de Seychelles y las de Galápagos. Las tortugas africanas pueden vivir, según Fougeirol, un centenar de años y algunos de sus machos pueden llegar a pesar 80 kilogramos.
El parque acoge diariamente a cientos de marroquíes y turistas, y alberga también iguanas verdes que gozan de un entorno muy similar a su verdadero medio ambiente en las zonas desérticas en América Central y América del Sur. Las iguanas presentes en Crocoparc fueron importadas de un parque del Salvador, donde se crían más de 30.000 cada año, principalmente por su piel y carne, y también para venderlas como animales de compañía.
Los machos adultos de las iguanas pueden llegar a 1,50 metros de largo y pesar hasta 5 kilogramos, aunque las hembras son un poco más pequeñas. Entre los diferentes colonias de animales hay cuatro grandes espacios temáticos de flora: el jardín azul, la plaza exótica, el jardín acuático y el espacio tropical, y cada uno de ellos está poblado por especies correspondientes de plantas.
Para Fougeirol, el parque del cocodrilo es como un "regreso a casa" de esta especie que hasta principios del siglo XX todavía estaba presente en Marruecos en las "gueltas" (lagos saharianos) del Oued Draâ, pero la caza y presión demográfica alrededor de los puntos de agua llevaron a su desaparición de Marruecos.