Boris Nadezhdin se queda fuera de la pugna por el poder. Era el único candidato pacifista que abogaba por la paz en Ucrania y la CEC lo ha rechazado tras invalidar más de 9.000 firmas de todas las que había presentado la formación Iniciativa Cívica. Al parecer, la Comisión electoral denuncia que, entre esas firmas, se encuentran numerosas irregularidades que corresponden con ciudadanos rusos ya fallecidos.
El órgano dictamina que con un 15% de firmas nulas, Nadezhdin no alcanza las 100.000 necesarias para candidatos sin representación parlamentaria. Una legislación, cuyo listón para los independientes como Putin asciende hasta los 300.000 avales que el actual presidente ha cubierto sin problemas.
Tanto es así, que el Kremlin ya se ha pronunciado al respecto, señalando que no consideran un rival al candidato de este partido liberal, que desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania lleva haciendo campañas de recogidas de firmas por todo el país en repulsa por guerra. Por lo pronto, la oposición acusa a Putin de hacer todo lo posible para impedir la participación del candidato por la paz, ya que teme que aglutine a todos los descontentos no solo con la guerra, sino con la deriva autoritaria del Kremlin.
Nada conforme con esta decisión, Nadezhdin ha publicado un mensaje en sus redes sociales, en el que señala que todos estos avales se han conseguido de forma abierta y honesta. El político ya ha anunciado que recurrirá ante el Tribunal Supremo al considerar que no solo se está rechazando a él, sino a millones de personas que tenían la esperanza por lograr un cambio.
Por su lado, la CEC ha advertido que ellos nunca han perdido un caso ante el Supremo en las cuatro ocasiones en que los candidatos apelaron la decisión de la autoridad electoral. Mientras, en el caso del presidente, Vladímir Putin, recuerdan que los funcionarios de la comisión encontraron solo 91 firmas inválidas, lo que permite que postule a la reelección el 17 de marzo. Hasta la fecha, se han registrado a cuatro candidatos: el propio Putin, el comunista Nikolái Jaritónov, el ultranacionalista Leonid Slutski y el representante de Gente Nueva, Vladislav Davankov.
