La Comisión Europea quiere poner coto al oscuro mercado del arte para la financiación terrorista
La Comisión Europea (CE) abogó hoy por adoptar nuevas normas armonizadas en toda la Unión Europea (UE) para acabar con el oscuro mercado del tráfico de obras de arte que facilita la financiación del terrorismo.
El mercado ilegal de bienes culturales en la UE se nutre de pillajes en países en conflicto y se utiliza para financiar el terrorismo u otras actividades ilícitas.
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, llamó hoy la atención sobre las imágenes, por ejemplo, de la destrucción de templos en Afganistán a manos de los talibanes.
"Tras esa imagen hay propaganda terrorista, pero también un modelo de negocio que consiste en saquear bienes de incalculable valor artístico para venderlos de forma ilegal en la propia Europa, entre otros lugares, donde no tendrán después tampoco remilgos en atentar", explicó Moscovici en una rueda de prensa.
"Además, Europa tiene la responsabilidad de proteger el patrimonio artístico mundial", añadió el comisario, quien dijo que los terroristas "saben perfectamente el valor de las obras que roban".
Según diversas estimaciones citadas por la CE, entre el 80 % y 90 % de las ventas de antigüedades son bienes de origen ilícito, en tanto que el comercio ilegal de antigüedades y arte mueve a nivel internacional entre 2.500 y 5.000 millones de euros al año.
Entre otros ejemplos de saqueos en Afganistán están los budas de Bamiyan o las tumbas y mausoleos de la cuidad antigua de Tombuctú, así como obras extraídas por el ISIS de los demolidos templos de Baal Shamin en Palmira (Siria).
Precisamente, sobre Siria, como ocurre con Irak, los Veintiocho aplican prohibiciones a las importaciones de bienes, pero hasta el momento no había un marco común que rija la importación de bienes culturales desde terceros países.
Para solventar esta laguna, la Comisión Europea propone una serie de normas que se aplicarán a aquellas piezas que tengan más de 250 años de antigüedad en el momento de su importación, un límite que se explica porque son esos objetos los que generan un mayor riesgo de tráfico ilícito y para evitar poner trabas excesivas a quienes comercian con arte.
El primer paso será introducir una definición común para toda la Unión Europea de lo que son "bienes culturales", una categoría que cubre hallazgos arqueológicos, pergaminos antiguos, restos de monumentos, piezas de arte, colecciones y antigüedades.
La Comisión plantea un nuevo sistema de licencias que obligará a los importadores a obtener un permiso de las autoridades europeas cuando quieran introducir en la Unión objetos arqueológicos, partes de monumentos y antiguos manuscritos o libros.
Para otros tipos de bienes culturales, los importadores deberán proporcionar una declaración jurada como prueba de que los objetos se han exportado de forma legal desde un tercer país.
Las autoridades aduaneras podrán también confiscar y retener los bienes culturales cuando no se demuestre que han sido exportados legalmente.
"En definitiva, daremos a las autoridades aduaneras recursos y capacidades para proteger nuestras fronteras de este tipo de mercancías", afirmó Moscovici a los periodistas.
La propuesta deberá ser debatida y aprobada por el Consejo de la UE y la Eurocámara, por lo que Bruselas calcula que podría entrar en vigor alrededor de 2019.
Lo que no aclara la iniciativa de la CE es qué ocurrirá con los bienes confiscados.
Hasta ahora, en la práctica, la restitución de esos bienes robados de incalculable valor se produce a través de contactos diplomáticos entre el Estado miembro y el país de origen de la pieza artística.
En cualquier caso, sí se prevén normas sobre almacenamiento y protección de los bienes confiscados para velar por su seguridad y preservación hasta que vuelvan a su país.