Así lo anunció hoy la presidenta de turno del Consejo, la embajadora estadounidense Nikki Haley, que se mostró muy preocupada por el episodio.
La reunión se produce en respuesta a una solicitud de Francia y del Reino Unido, que habían pedido abordar la cuestión cuanto antes en el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas.