Se trata de la línea destinada a comunicaciones militares en la región en torno al Mar Amarillo (llamado Mar del Oeste en las dos Coreas) y al igual que el resto de vías de comunicación entre los dos países, permanecía inutilizada desde hace casi dos años por decisión del Norte. El Ejército norcoreano comenzará a utilizar de nuevo esta línea el miércoles, según explicó la delegación del Norte a su contraparte del Sur.
El régimen de Pyongyang decidió dejar de utilizar esta y otras líneas de comunicación telemática con el Sur en protesta por el cierre del complejo intercoreano de Kaesong, implementado por Seúl como castigo por el desarrollo armamentístico de Pyongyang. La línea recién reactivada servía, entre otras cosas, para que ambos ejércitos notificaran movimientos de personas y mercancías en torno a Kaesong.
El Norte también decidió comenzar a usar otra de las líneas telemáticas situadas en la aldea de Panmunjom, en la frontera intercoreana, la semana pasada después de que Kim Jong-un expresara en su mensaje de Año Nuevo su deseo de mejorar lazos con el Sur. A raíz de esta predisposición, ambas Coreas, que técnicamente siguen en guerra desde hace más de 65 años, mantienen hoy su primera reunión de alto nivel en más de dos años en Panmunjom.
En el encuentro, el régimen ha manifestado su intención de enviar una delegación compuesta por altos funcionarios, atletas o animadoras a los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebran a partir del 9 de febrero en el condado surcoreano de PyeongChang. Por su parte, el Sur ha propuesto organizar conversaciones militares para rebajar la tensión transfronteriza y retomar las reuniones de familias separadas por la guerra que enfrentó a los dos países entre 1950 y 1953, aunque el Norte no se ha pronunciado al respecto.
Todos estos gestos contribuyen a rebajar la tensión en la península después de un 2017 marcado por las continuas pruebas de armas norcoreanas y el tono beligerante con el que ha respondido al régimen de Pyongyang el presidente de EEUU, Donald Trump.