Quinn Ross quedó "traumatizada" tras escuchar las palabras que un hombre le dirigió, a propósito de su enfermedad que le hace estar en silla de ruedas.
El momento del ataque tuvo lugar cuando Quinn se dirigía a su colegio acompañada por su madre Emma, y su hermano mayor Alex, de 10 años. Según relata su madre, la situación fue "terrible". "El hombre le estaba gritando en la cara, diciendo que no debería haber nacido, que era una carga para el NHS (el servicio público de sanidad), una carga para la sociedad y que debería haberla abortado si hubiera sabido que iba a estar discapacitada", relata la mujer en una entrevista recogida por el diario británico Metro.
"Lo aparté, me fui a la escuela y fue la escuela la que llamó a la policía", asegura la madre, de Cheshunt (Reino Unido). La policía está investigando el ataque el mes pasado como un delito de odio por discapacidad.
Tras la traumática escena, la pequeña "le tiene miedo a los hombres y no le gusta salir en su silla de ruedas. La dejó muy enfadada con el mundo, pero hemos tenido mucho apoyo", explica su madre.
El trastorno que padece Quinn, es una enfermedad rara infantil denominada 'enfermedad Perthes' que afecta al hueso de la cadera y hace que caminar sea una agonía.