Desde este lunes es formalmente efectiva esa restauración diplomática y con ello las hasta ahora secciones de intereses de ambos países se convierten en embajadas, lo que culmina la primera fase del histórico deshielo anunciado hace siete meses, el 17 de diciembre de 2014, por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro.
Este mismo lunes, la bandera de Cuba volverá a ondear en su sede diplomática de Washington, con una ceremonia solemne que encabezará el ministro de Relaciones Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez, que ha viajado a la capital estadounidense junto a una delegación de 30 representantes de diversos sectores de la sociedad cubana.
A la ceremonia de Washington asistirán más de 500 invitados, entre ellos congresistas y representantes del Gobierno de EE.UU. como la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson, así como personas, grupos e instituciones del país norteamericano que han defendido el acercamiento entre ambos países.
En la isla, los cubanos podrán seguir ese acto en directo a través de la televisión estatal, que ha preparado una cobertura especial para tal fin. Finalizada la ceremonia, Bruno Rodríguez, primer jefe de la diplomacia cubana que viaja oficialmente a EEUU desde 1959, se reunirá a primera hora de la tarde en el Departamento de Estado con el titular de esa instancia, John Kerry.
En La Habana, Estados Unidos no realizará este lunes acto oficial alguno por la reapertura de su embajada ni izará su bandera por el momento. Washington reserva esa ceremonia para la visita oficial a Cuba que cursará John Kerry este verano, si bien no se ha anunciado todavía la fecha concreta.
Ese viaje de Kerry a la isla será el primero de un secretario de Estado de EEUU a Cuba desde 1945, hace 70 años. Con la reapertura de embajadas, los hasta ahora jefes de las respectivas secciones de intereses, José Ramón Cabañas (Cuba) y Jeffery DeLaurentis (EEUU), pasarán a ser encargados de negocios mientras ambos gobiernos nombran a sus respectivos embajadores.
La recuperación de los lazos diplomáticos entre Cuba y Estados Unidos abre ahora el camino hacia la normalización total de sus relaciones donde todavía persisten importantes diferencias y obstáculos, el más destacado el embargo de Washington contra la isla. Raúl Castro y su gobierno han advertido en reiteradas ocasiones DE que no podrá haber relaciones totalmente normales mientras EEUU mantenga el bloqueo, cuyo fin depende del Congreso norteamericano, si bien la isla insta a Obama a que haga uso de sus facultades ejecutivas como presidente para desmantelarlo.
En ese camino hacia la normalización diplomática, La Habana también reclama a Washington que devuelva el territorio que "ilegalmente" ocupa la Base Naval de Guantánamo, en el oriente del país caribeño. Otra de las demandas de la isla son el fin de las transmisiones radiales y televisivas "ilegales" hacia Cuba y el cese de los programas para promover la subversión y un cambio de régimen.
Otros asuntos pendientes en el diálogo bilateral son los derechos humanos, telecomunicaciones, así como los reclamos de compensación económica de ambas partes y la solicitud de Washington de extraditar a algunos fugitivos buscados por la Justicia estadounidense.