Desde 2014, al menos 1.075 niños han sido asesinados, 1.130 han sido mutilados y heridos y alrededor de 4.650 se han visto separados de sus familias, según el informe "Nowhere to go" del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
En el oeste de la ciudad de Mosul, zona donde todavía tiene presencia Daesh, según denuncia el texto, los yihadistas matan deliberadamente a niños para castigar a las familias que tratan de huir de la zona de conflicto. En los dos últimos meses, al menos 23 niños han sido asesinados y otros 123 heridos en la mitad oeste de Mosul, según datos recabados por Unicef.
Daesh trata de evitar la huida de la población civil porque se sirve de ella como escudo humano para evitar que sus combatientes sean bombardeados. Además, alrededor de tres millones de niñosno asisten a la escuela de forma regular, mientras que 1,2 millones no acuden nunca en las zonas afectadas por la ofensiva contra Daesh.
Con estos datos sobre la mesa, Unicef demanda en su informe el fin inmediato del conflicto, el cese de los graves crímenes cometidos contra los niños, así como que se garantice el acceso de estos a la ayuda humanitaria y el libre movimiento de las familias que quieran huir de zonas de combates para ponerse a salvo.
Las fuerzas iraquíes se encuentran ahora a punto de culminar su ofensiva contra Daesh con la toma de la ciudad de Mosul, urbe de más de dos millones de habitantes que fue tomada por los yihadistas en junio de 2014 y se convirtió en su principal bastión en Irak.