La organización terrorista Daesh ha reducido a ruinas los monumentos arqueológicos de la ciudad de Nimrud, ubicada al sur de su principal bastión iraquí, Mosul, y cuyos restos databan del siglo XIII a.C.
Los toros y leones alados fueron destruidos y ahora son solo pequeñas piedras, mientras que el resto de los monumentos están bajo fuertes medidas de seguridad del Ejército y policía iraquí, desplegados en esta histórica urbe, que fue liberada el pasado noviembre por las fuerzas iraquíes en la primera ofensiva contra Daesh para recuperar la provincia de Nínive. Nimrud, conocida también como Kalah (Kalhu) o Kalkhu por los asirios, conserva algunos restos de piedras, muros y zigurat (torre piramidal y escalonada), que quedaron tras los ataques de los yihadistas, tras la toma del lugar en 2014.
El responsable del sitio arqueológico, Saadi Ali, dijo que los monumentos mas importantes de esta ciudad asiria son el zigurat y el palacio real del rey de Asiria, Asurnasirpal II, que se remonta al siglo IX a.C. El yacimiento, que incluía un museo grande con cientos de piezas arqueológicas, fue totalmente destrozado por Daesh con explosivos, agregó.
La ciudad contaba con diez entradas, cada una de ellas con dos grandes leones y toros alados. La entrada principal tenía ocho leones, así como la entrada del palacio de la diosa babilónica del amor, la belleza, la vida y la fertilidad "Silvia", "Isa" o Ishtar. Ali dijo que el Gobierno iraquí ha creado un comité gubernamental del Organismo de Antigüedades y Patrimonio para valorar los daños, con el fin de rehabilitar el 90 % de la localidad que se estima que fue dañado.
"El Daesh no ha dejado nada intacto; cometió el crimen de la era contra la civilización iraquí", lamentó Ali. A su vez, el director de la inteligencia militar iraquí, Ali al Dahlaki, manifestó que los miembros de su organismo, con la cooperación de la seguridad nacional, encontraron el pasado 26 de diciembre "algunas piezas preciosas de los monumentos robados de Nimrud".