Parapetados en la zona de Al Maidan, último bastión del grupo terrorista dentro del país, los yihadistas están recrudeciendo su estrategia, multiplicando el uso de suicidas con explosivos en los enfrentamientos. La zona, en la que aún quedan cientos de familias, según informó Ali Awad, comandante iraquí, podría ser liberada en las próximas.
El portavoz de la Comandancia de Operaciones Conjuntas, Yehia Rasul, declaró ayer que las autoridades anunciarían "la victoria frente al grupo terrorista en las próximas horas, después de limpiar (de explosivos) todas las zonas de Mosul".
La ofensiva para expulsar a Daesh de Mosul y de toda la provincia de Nínive, en el norte de Irak, comenzó en octubre de 2016 y desde entonces las tropas iraquíes, apoyadas por milicias y por el ejército kurdo "peshmerga", han arrebatado a los extremistas amplios territorios que habían ocupado en el verano de 2014.