La mayoría de los combatientes del grupo terrorista Daesh se retiró de la ciudad monumental de Palmira ante la ofensiva del ejército sirio, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
En su retirada los terroristas minaron diversos puntos de la ciudad, patrimonio mundial de la UNESCO, por lo que las fuerzas leales al presidente Bachar al Asad todavía no se han hecho con el control total de la urbe, según un comunicado de la ONG.
Los aviones y helicópteros de Rusia, aliada de Al Asad, están intensificando sus bombardeos en las zonas aún controladas por los yihadistas en Palmira y en las regiones rurales a su alrededor, según la misma fuente. El ejército y las milicias leales a Al Asad irrumpieron en Palmira, en una ofensiva lanzada desde el oeste del casco urbano.
El grupo terrorista Estado Islámico conquistó Palmira en mayo de 2015 y fue expulsado ocho meses después por los soldados sirios, pero volvió a recuperar la antigua ciudad romana el pasado diciembre. Durante su dominio, los yihadistas dinamitaron los templos de Bel y Bal Shamín, el frente escénico del teatro romano, el taetrapilón, el arco del triunfo y numerosas estatuas del museo de la ciudad, acciones que fueron consideradas como "crímenes de guerra" por la UNESCO.
Palmira fue en los siglos I y II d.C. uno de los centros culturales más importantes de la época y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda, que atravesaban el desierto del centro de Siria.