Medio centenar de personas fueron arrestadas por las fuerzas de seguridad en la antigua capital imperial durante una manifestación que no contaba con autorización oficial, informaron fuentes policiales a la agencia Interfax.
"Putin es un ladrón" o "Esta es nuestra ciudad", eran los lemas de algunas de las pancartas que enarbolaban los manifestantes, muchos de ellos jóvenes.
Entre los detenidos se encontraba el diputado local Maxim Reznik, que fue arrastrado violentamente por los efectivos antidisturbios y que posteriormente fue liberado.
La violencia policial fue condenada por el líder de la oposición rusa extraparlamentaria, Alexéi Navalni, muchos de cuyos partidarios salieron a la calle en varias ciudades del país.
Mientras, el Ayuntamiento de San Petersburgo acusó a la oposición de torpedear las tradicionales marchas del Primero de Mayo con acciones provocadoras.
Según la Policía, unos 2,4 millones de rusos tomaron parte en los actos de hoy, organizados en muchos casos por el partido del Kremlin, Rusia Unida, pero también por grupos civiles y por el Partido Comunista, cuyo líder, Guennadi Ziugánov, instó a cambiar radicalmente la política económica.