Según fuentes de la agencia oficial de noticias rusa RIA Novosti, la explosión ha dejado al menos 130 heridos mientras que el medio Aleppo24, también citando fuentes propias cercanas a la explosión, cifran los fallecidos en 60, aunque no descartan que el número de muertos ascienda en las próximas horas.
Las primeras informaciones procedentes de las milicias de Hezbolá (aliadas de Damasco) y de la red de activistas del Observatorio apuntan a que se trata de un atentado suicida con coche bomba dirigido contra un autobús repleto de evacuados de las localidades de Al Fua y Kefraya, en la provincia de Idlib.
Las imágenes en los medios oficiales sirios muestran los momentos inmediatamente posteriores a la explosión, donde se pueden apreciar autobuses con las lunas reventadas y varios cadáveres en torno al epicentro de la detonación.
Las víctimas forman parte de un grupo de refugiados procedentes de estas dos ciudades de Idlib, en manos de los rebeldes, que habían aceptado dejar salir a los simpatizantes del Gobierno sirio y garantizarles vía libre a Alepo a cambio de que el Ejército sirio hiciera lo mismo con los rebeldes y sus familiares en esta ciudad.
Sin embargo, las discusiones entre insurgentes y autoridades sobre la inclusión en este acuerdo de la ciudad de Zabadaya ha provocado que todas las operaciones de evacuación e intercambio quedaran suspendidas, lo que había dejado a miles de personas en tierra de nadie desde hace horas.