La alarma se encendió hacia las 17.00 hora local (20.00 GMT) por la humareda que se expandió por las escaleras de la edificación después de que algunas cajas de cartón que estaban almacenadas en el sótano prendieran fuego por un cigarrillo encendido al parecer arrojado accidentalmente, explicó el Comité Organizador Río 2016.
Los atletas australianos que estaban en la edificación evacuaron sus apartamentos al escuchar la alarma pero los bomberos destinados a la Villa Olímpica controlaron rápidamente el principio de incendio y autorizaron el regreso de todos a sus alojamientos.
El susto lo vivió precisamente la delegación que más reclamó de las condiciones de los apartamentos que les fueron destinados en la Villa Olímpica.
La delegación australiana se negó a ocupar sus apartamentos el pasado domingo, cuando la Villa Olímpica fue oficialmente abierta, y prefirió alojar a los atletas en hoteles próximos mientras el Comité Organizador resolvía los fallos.
Los portavoces de Australia dijeron haber identificado al menos 200 deficiencias en sus apartamentos, incluyendo filtraciones de agua, problemas en conexiones eléctricas, retretes que no funcionaban, hilos eléctricos expuestos, falta de agua caliente y mucha suciedad.
La polémica fue alimentada por el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, quien dijo que colocaría canguros en la edificación australiana para que los atletas se sintieran en casa.
En respuesta, los australianos dijeron que no necesitaban canguros sino electricistas y fontaneros. La polémica fue superada el jueves cuando el Comité Organizador, que contrató 630 técnicos para resolver los problemas denunciados, dijo haber concluido todas las reparaciones y entregado los apartamentos impecablemente a las más de 200 delegaciones.