Se basaban en antiguos escritos como el de Plinio el joven que relataba en una carta como vio la destrucción de Pompeya desde el otro lado del golfo de Nápoles, sin embargo desde hace años muchos historiadores han dudado de esa fecha y que hubo fallos de trascripción. Esto lo sostienen al analizar restos arqueológicos que se han ido encontrando en la ciudad y que no corresponden con el hábitat que tenia que tener la ciudad italiana a finales de un mes de agosto, como la que comentaban hace ya un año desde el portal Antigua Roma al día.
Eso, junto a las ropas otoñales que vestían muchos de los cuerpos fosilizados que se conservan con alto grado de detalle, monedas que se debieron de acuñar después del 24 de agosto llevaban a muchos investigadores a dudar. Dudas que se han disipado este martes cuando el equipo arqueológico de Pompeya ha hecho público un descubrimiento. Una inscripción en carbón en la pared de una de las casas. En ella puede leerse una fecha 16 días antes de las calendas de noviembre, traducido a nuestro calendario seria mitad de octubre y la erupción habría sido el día 24, dos meses después de lo que hasta ahora se creía.