Una denuncia por violación a la nieta de Mitterrand debilita al Gobierno galo
La acusación de violación que una nieta del expresidente francés François Mitterrand hizo en 2008 contra el ahora ministro de Ecología francés, Nicolas Hulot, debilita al Ejecutivo francés, ya tocado por otra demanda similar contra el titular de Hacienda, Gerald Darmanin.
La delicada situación de Hulot, número tres del Ejecutivo y conciencia ecologista del gabinete socioliberal de Emmanuel Macron,se une a la que atraviesa Darmanin, investigado por la Fiscalía también por una presunta violación cometida en 2009.
El presidente francés les ha reiterado a ambos su apoyo y ha recordado el principio, según el cual solo una imputación judicial causará su salida del Ejecutivo.
Al igual que hizo en su día Darmanin, Hulot se adelantó a la revelación en la prensa de que había sido objeto de una denuncia por violación. Pero el ministro de Ecología no pudo evitar un gran revuelo mediático, que se aceleró cuando se conoció que la denunciante era hija del menor de los vástagos de Mitterrand, que presidió el país entre 1981 y 1995.
Pascale Mitterrand presentó la denuncia en 2008 por unos hechos supuestamente acaecidos en 1997, cuando tenía 20 años, en un domicilio en Bretaña de Hulot, entonces un popular presentador de televisión, de 40. Lo hizo a sabiendas de que se habían superado los diez años que marca la ley para que prescriba el delito y con la única intención de que el ecologista fuera consciente del daño que le había causado.
La nieta del expresidente socialista francés contó los hechos a la revista "L'Ebdo" pero les pidió que no lo publicaran, según aseguró el letrado de la denunciante, Michel Dufranc, a la televisión BFMTV. "El nombre de Pascale Mitterrand ha sido asociado, en contra de su acuerdo, a una tormenta mediática contra Nicolas Hulot. Ni ella ni su familia están de acuerdo con ningún tipo de publicidad. Desde el primer momento les dijo a los periodistas que no quería esta mediatización, pero no tenía ningún poder para oponerse", señaló.
El ruido mediático hizo también reaccionar a la Fiscalía de Saint-Malo (Bretaña), que investigó entonces los hechos y que confirmó haber interrogado a Mitterrand y a Hulot. "Los dos protagonistas tenían una versión contradictoria del consentimiento de la relación sexual", señaló la Fiscalía, que agregó que archivó la investigación porque los hechos habían prescrito.
Al ministro, que no había reconocido ni siquiera haber mantenido relaciones con la denunciante, le pareció insuficiente el desmentido y, a través de su abogada, Jacqueline Laffont, aireó la carta que en 2009 le había enviado el entonces fiscal de Saint-Malo. "Los hechos denunciados, que en cualquier caso no han sido probados, han sido archivados por motivo de prescripción", indica el documento revelado por la letrada. "Una cosa es la prescripción, pero hay algo más importante, que no figura en el comunicado de la Fiscalía (...) y es que los hechos no estaban probados", señaló la abogada a la televisión BFMTV.
Resta por ver si el escándalo no debilita la situación de Hulot, el ministro más popular del Gobierno por su pasado ecologista, defensor de la naturaleza y presentador de televisión. Por el momento, el ministro del Interior, Gerard Collomb, ha desvelado que Macron, en el Consejo de Ministros, le pidió que "aguantara".
Pero el suyo es el segundo caso que afecta al Ejecutivo francés de delitos sexuales en un momento particularmente sensible tras el "caso Weinstein". El pasado 27 de enero la Fiscalía anunció la apertura de una investigación por violación contra Darmanin.
El ministro de Hacienda niega las acusaciones, que datan de 2009, cuando tenía 26 años, y que fueron hechas por una antigua prostituta de lujo, que sostiene que Darmanin la violó en una habitación de hotel, donde le había conducido con la promesa de que le ayudaría en una gestión judicial.