El explosivo fue encontrado el pasado lunes en la pista nueve del aeropuerto, lo que forzó el cese de toda actividad en el área y la delimitación de un perímetro de seguridad de 100 metros en torno al dispositivo.
Según el aeropuerto, la unidad de artificieros belga pudo desactivar el explosivo fácilmente y sin necesidad de detornarlo, tras haber comprobado el día anterior que la bomba no suponía ningún peligro para los pasajeros o trabajadores de la zona, dedicada al tráfico de mercancías.
Durante las operaciones de desminado, los aterrizajes y despegues previstos en el área se realizaron desde otras pistas, apuntó el diario "Le Soir".