El artefacto fue encontrado en un bosque cercano por un habitante del poblado de Vurberk que, con un detector de metales, buscaba un supuesto tesoro escondido por un grupo filonazi durante la Segunda Guerra Mundial, según informa el diario local "Delo".
Con la ayuda de sus hijos, trasladó la bomba al patio de su casa, poniendo en gran peligro a su familia y a los vecinos cercanos. El hombre, que probablemente será procesado, dificultó con el traslado de la bomba su desactivación, que ha sido una de las intervenciones más arriesgadas realizadas por la policía eslovena, aseguran expertos locales.
En total, tuvieron que abandonar sus casas 450 vecinos de Vurberk y de la cercana localidad de Krvecina, informó la agencia de noticias eslovena STA.
Se trataba de una bomba de la aviación estadounidense, que no explotó tras un bombardeo de la zona, al final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). La bomba fue considerada como especialmente peligrosa por tener un mecanismo de ignición química que debería reaccionar a la menor sacudida.