Los once deportistas se convertirán en inmigrantes ilegales a partir de la medianoche, a menos que hayan dado los pasos legales para extender su estancia. "Si infringen las condiciones (de sus visados) se aplicarán contra ellos medidas coercitivas", dijo el ministro del Interior, Peter Dutton.
Ocho de los deportistas, tres levantadores de pesas y cinco boxeadores, provienen de Camerún, otros dos de Uganda, y un entrenador paralímpico de Ruanda. Algunos de los deportistas han buscado la asesoría legal en Sídney con el fin de obtener un visado provisional y solicitar otro de protección humanitaria, según la agencia local AAP.
Se sospecha que otros dos deportistas de Sierra Leona abandonaron sus equipos tras los juegos que se disputaron en Goal Coast, en el noreste de Australia, aunque las autoridades del país africano niegan que algún miembro de su delegación hubiera desaparecido. Durante los Juegos de la Commonwealth que se disputaron en 2006 en Melbourne 26 participantes, 14 de ellos de Sierra Leona, solicitaron asilo político en Australia.