Estos observadores pasan la información a una especie de centro de control que analiza la información y posteriormente los pasa a través de redes sociales o de mail a la población. Todo en cuestión de segundos con la idea de que el mayor número de personas se pueda poner a cubierto.
Y es que en situaciones como las que vive Siria el tiempo es vida. El tiempo que pasa entre que te avisan y llega el ataque no es mucho pero puede ser suficiente como para llegar al búnker que muchos sirios tienen en sus propias casas o edificios.