La Unión Europea descarta por el momento repartir entre los Estados miembros a los refugiados que llegan de Ucrania, unos 3,8 millones hasta la fecha, dado que ni lo han pedido los países que acogen a un mayor número, ni la mayoría de las personas que llegan desea trasladarse a otros lugares.
El plan de diez puntos que Bruselas ha presentado en la reunión con los ministros de Interior de la UE para pasar revista a las necesidades de acogida de esas personas, en la mayoría mujeres y niños, fue respaldado por todos los ministros, explicó la comisaria de Interior, Ylva Johansson y aseguró que el objetivo es ponerlo en marcha lo antes posible.
Las acciones que incluye se refieren en particular a la necesidad de intercambiar más información sobre el registro de los refugiados, facilitar los traslados, acelerar la financiación de las acciones y garantizar la seguridad en las fronteras. Además, de la creación de plataforma europea de registro y del índice de llegadas, el nuevo plan tiene un mapeo de las capacidades de acogida.
Johansson indicó que los países que han recibido hasta la fecha más refugiados de Ucrania son Polonia, que acoge a más de 1 millón y medio, así como Rumanía, Hungría, Eslovaquia, Austria, la República Checa, Estonia y Lituania. "No habrá peticiones de reubicación porque la mayoría quiere quedarse en Polonia", explicó.
Hay que estar preparados para la llegada de muchos más millones de ucranianos
Las cifras de llegadas están disminuyendo, al haber pasado de 200.000 personas diarias en su momento más álgido a 40.000 ahora, pero consideró que se deben desarrollar planes de contingencia porque "no sabemos lo que pasará mañana" y hay que estar preparados para "muchos más millones" de personas que podrían querer salir de Ucrania, según la comisaria.
El ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, aseguró que los Estados miembros están listos para aliviar "a aquellos que tienen más presión", pero subrayó que esta situación "no se puede comparar con la crisis precedente", en referencia a la generada en 2015 y 2016 con la llegada de unos dos millones de personas como consecuencia de la guerra en Siria.
Entre otras diferencias, subrayó que Polonia, Hungría, Rumanía y otros países de la Unión que están recibiendo más refugiados no han pedido que se produzca una reubicación, sino únicamente ayuda financiera, logística y médica.
La única excepción en ese ámbito es Moldavia, país que no forma parte de la UE y que tiene dificultades para la acogida. Para ese país en particular el plan de Bruselas prevé ayuda específica, no solo humanitaria sino también asistencia para trasladar a refugiados a países de la Unión, un objetivo considerado una "prioridad inmediata".