Gabe Taye, un pequeño de ocho años, se quitó la vida el pasado mes de enero en su casa, dos días después de que varios de sus compañeros de clase le dieran una paliza durante varios minutos en los baños de su colegio.
El suceso fue grabado por las cámaras de seguridad del centro, y en ellas se puede ver cómo le dan patadas y golpes incluso después de quedar inconsciente en el suelo. Esas imágenes, sin embargo, no le fueron mostradas a la madre del menor, que desconocía incluso la paliza que habían dado a su hijo, motivo de su suicidio.
El centro educativo explicó a los familiares que el menor se había desmayado ese día en clase, y decidió ocultar lo demás.
Un detective de homicidios de la Policía de Cincinnati revela en un informe, al que ha tenido acceso The Enquirer, que fue testigo de un comportamiento "de intimidación" que "incluso podría elevarse al nivel de asalto criminal" si no fuera por la edad de los autores.
Desde Educación han informado de que en Cincinnati, el número de incidentes de intimidación en las escuelas ha disminuido: en el año escolar 2014-15 se reportaron 319 incidentes; en 2015-16 hubo 265; en los primeros cinco meses de 2017, 107.