La desigualdad económica y el cambio climático, los mayores riesgos de la década
La desigualdad económica, seguida de los peligros medioambientales derivados del cambio climático y la polarización social son los tres riesgos principales para el mundo en la próxima década, indica el análisis anual del Foro Económico Mundial (FEM), divulgado en Londres.
Según el "Informe de Riesgos Globales 2017", elaborado por casi 750 expertos que evaluaron 30 amenazas mundiales así como 13 tendencias subyacentes que podrían agravarlas, se necesitará la "acción colaborativa" por parte de los dirigentes mundiales para evitar "mayores dificultades" en los próximos diez años.
En un escenario de "creciente desafección política" y "disrupción en todo el mundo", las conclusiones del estudio ponen de manifiesto que los patrones negativos persisten, que el medio ambiente domina el panorama de riesgos globales y que la sociedad no sigue el ritmo tecnológico.
Así, la desigualdad económica y de la distribución de la riqueza, y la creciente polarización de las sociedades, ocupan el primer y tercer lugar, respectivamente, entre las tendencias subyacentes que determinarán los avances globales futuros.
Los riesgos más interconectados a estas tendencias son, según la investigación, el alto desempleo estructural y una "profunda" inestabilidad social.
El segundo puesto este año lo ocupa el cambio climático y, por primera vez en la historia del informe, cinco factores medioambientales se han clasificado como de "alto riesgo" y "alta probabilidad", con los fenómenos meteorológicos extremos emergiendo como principal riesgo global.
Si bien las conclusiones reconocen importantes avances en el área del cambio climático en 2016 tras la ratificación del Acuerdo de París por parte de países como Estados Unidos y China, el informe asegura que el cambio político en Europa y Norteamérica pondrá en riesgo estos avances.
Asimismo, pone de manifiesto las dificultades a las que se enfrentarán los dirigentes a la hora de acordar medidas a nivel internacional para hacer frente a los riesgos económicos y sociales más acuciantes.
La directora de competitividad y riesgos globales del Foro Económico Mundial, Margareta Drzeniek-Hanouz, afirmó que "se requiere que los líderes tomen medidas urgentes para identificar formas de superar las diferencias políticas e ideológicas, y que trabajen juntos para solucionar problemas críticos".
"El impulso experimentado en 2016 para hacer frente al cambio climático demuestra que esto es posible y nos hace pensar que también podríamos conseguir una acción colectiva a nivel internacional para hacer frente a otros riesgos", agregó.
Precisamente, cómo hacer frente a estos riesgos será el tema de discusión en la Reunión Anual del Foro Económico Mundial en 2017, que tendrá lugar del 17 al 20 de enero en Davos (Suiza) bajo el título "Liderazgo receptivo y responsable".
Los expertos, además, analizaron en la indagación 12 tecnologías emergentes y concluyeron que resulta "imprescindible" para la inteligencia artificial y la robótica una mejor regulación porque, aunque tienen un gran potencial para ofrecer beneficios, también lo tienen para provocar efectos negativos.
"Vivimos en tiempos disruptivos en los que el progreso tecnológico también genera desafíos. Sin una adecuada regulación y reciclaje de los trabajadores, la tecnología destruirá más empleos de los que puede crear", declaró la directora de riesgos de Zurich Insurance Group, Cecilia Reyes.
A su vez, el presidente de riesgos globales y especialidad de Marsh, John Drzik, afirmó que la inteligencia artificial "permitirá abordar algunos de los grandes problemas de nuestra era, como el cambio climático y el crecimiento poblacional, de una manera mucho más eficaz".
Sin embargo, añadió que "la dependencia cada vez mayor de la inteligencia artificial agravará drásticamente los riesgos existentes, como la probabilidad de ciberataques, lo que hará que el desarrollo de medidas para mitigarlos sea igual de crucial".
El informe insiste en la necesidad de que los dirigentes practiquen "el pensamiento, la inversión y la cooperación internacional a largo plazo", en un mundo de "complejas transiciones".