En París, se ha detectado el primer caso documentado de la COVID-19 a un bebé durante el embarazo. Según las pruebas, el virus atravesó la placenta e infectó al feto.
La madre acudió a finales de marzo al hospital parisino de Antoine Béclère con un cuadro febril y de tos severa. Al dar positivo en la prueba de coronavirus, el equipo médico le practicó una cesárea de urgencia para evitar que el bebé corriera peligro.
Aún así, desarrolló una inflamación intracraneal a causa de la infección que había pasado de la sangre de la madre a la placenta.
La evolución del pequeño es buena, pero continúa el estudio para confirmar la transmisión de la COVID-19 durante el embarazo.
Precisamente en Francia, y ante el aumento de casos, el presidente ha anunciado que la mascarilla será obligatoria en todos los espacios públicos cerrados.
Hasta ahora es una recomendación, pero a partir de agosto será obligatoria con el objetivo de rebajar el relajamiento observado, sobre todo, en comercios y tras constatar que la circulación del virus ha aumentado en Francia aunque no es alarmante de momentos.