Detenidas 164 personas durante las protestas contra Kavanaugh en Estados Unidos
Un total de 164 personas han sido arrestadas este sábado con motivo de las protestas concentradas en las afueras del Capitolio de Estados Unidos en Washington, en contra de la aprobación del magistrado conservador Brett Kavanaugh para el Tribunal Supremo a pesar de ser acusado por varias mujeres de abusos sexuales.
"La Policía del Capitolio de Estados Unidos respondió a los casos numerosos de manifestaciones ilegales, (...) un total de 164 personas fueron arrestadas", según un comunicado de la Policía.
Según el texto, las detuvieron por perturbación del orden público. Las autoridades han subrayado que los guardias de seguridad se vieron obligados a arrestar a algunas de las mujeres en la sala de votación y llevarlas fuera. Por el momento todos los detenidos están liberados.
Linda Sarsour, una activista por los derechos de las mujeres y una de las participantes en las manifestaciones, ha viajado desde Texas hasta Washington para demostrar su rechazo a la decisión del Senado, que ha llevado a cabo una de las votaciones que más ha polarizado a los senadores y a la opinión pública en los últimos años.
Sarsour, una de las líderes de la organización Marcha por las Mujeres, ha explicado que ya es hora de dar voz a la discriminación que sufren las mujeres para impulsar a los votantes en las próximas elecciones parlamentarias, que determinarán qué partido controlará el Congreso estadounidense.
"Esto no es el fin", ha afirmado Sarsour a través de una entrevista telefónica con Reuters. "Creo que la rabia se traducirá en una participación masiva en las elecciones", ha añadido.
La Marcha por las Mujeres, que creció de forma determinante en enero de 2017 como reacción a la presidencia del actual mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, ha logrado movilizar a miles de mujeres durante el proceso de confirmación de Kavanaugh al Supremo.
Sus opositores han expresado su preocupación acerca de cuál será la postura del nuevo juez sobre temas tan clave como el aborto, después de que fuera acusado por la profesora universitaria y doctora en Psicología Christine Blasey Ford de abusos sexuales cuando ambos eran adolescentes en 1982.
Sarsour ha asegurado que su organización hará uso de sus recursos digitales para lograr que miles de mujeres apoyen al Partido Democráta en los comicios parlamentarios y contra los aspirantes al senado republicanos Ted Cruz y Dean Heller.
Las encuestas muestran que tanto Cruz como Heller, que votaron a favor de Kavanaugh, tienen los votos justos.
Planned Parenthood, que también lucha a favor del acceso al aborto y a la sanidad en materia de maternidad para las mujeres, ha lanzado una campaña de publicidad en Nevada contra Heller, por denominar las acusaciones de abusos sexuales como un "hipo" social durante el proceso de confirmación de Kavanaugh.
Las mujeres tendrán un papel clave en las primeras elecciones parlamentarias de mitad de legislatura desde la victoria de Trump en 2016. Motivadas por los comentarios degradantes del presidente contra las mujeres y el movimiento #MeToo, un número récord de políticas se han presentado este año para formar parte del Congreso.
La doctora, compañera de instituto de Kavanaugh, denunció haber sido víctima de un ataque en el año 1982 durante una sesión extraordinaria celebrada la semana pasada en la Comisión de Justicia en el Senado. La frialdad, precisión y compostura de las que hizo gala -- unido a la prueba del polígrafo que atravesó para verificar su versión de los acontecimientos -- lograron convencer a la comisión de llevar a cabo una investigación del FBI para esclarecer los hechos.
Tampoco ayudó la respuesta pública de Kavanaugh, excesivamente temperamental, a ojos de sus críticos -- entre ellos juristas como su predecesor en el asiento del Supremo, Anthony Kennedy --, e inapropiadas de un nominado a la corte.
Aunque los resultados de la investigación han convencido a los senadores republicanos para reiterar su apoyo a Kavanaugh, tanto demócratas como abogados de Ford denuncian que las pesquisas se han desarrollado a un nivel puramente superficial. "No puede llamarse investigación a un análisis que no incluye una entrevista con la supuesta víctima o con testigos que acreditan la veracidad de lo que contó ante los senadores", según los letrados.
"Estamos profundamente decepcionados por el hecho de que, después del tremendo sacrificio que (Ford) hizo al dar un paso al frente, quienes dirigen la investigación del FBI no están interesados en buscar la verdad", han lamentado los abogados.
Kavanaugh ha negado las acusaciones de Ford, así como las de otras dos mujeres que también han denunciado abusos presuntamente sufridos durante la década de los ochenta. El candidato al Supremo critica una persecución política, algo que el presidente Trump, ha contribuido a alentar burlándose de las víctimas y poniendo en duda sin pruebas sus historias.