Hay alguno que piensa que con el amor siempre basta pero hay momentos en la vida en los que no está por encima de todo, y si no que se lo digan a Dale McLaughlan, de 28 años. Un joven escocés al que el amor por su novia le ha costado acabar detenido.
Conoció a su novia Jessica en septiembre mientras trabajaba en la isla de Man, en el mar de Irlanda. Al poco tiempo, acabó su contrato y volvió a casa (al sur de Escocia) pensando que pronto podría volver a visitar a su novia, sin embargo, el covid (cómo no) se puso de por medio con el confinamiento perimetral de la isla de Man.
Pues bien, tan desesperado estaba Dale por ver a Jessica que diseñó un plan y lo ha llevado a cabo. ¿En que ha consistido? El viernes se compró una moto acuática, a pesar de que nunca había pilotado una, se lanzó al mar y empezó a recorrer los 40 kilómetros que separan su ciudad de la de su novia.
El primer problema con el que no contaba Dale es que el recorrido le supusiera jugarse la vida, 4 horas de travesía a 8 grados y con un mar bastante agitado y luego, caminar 24 kilómetros hasta casa de Jessica. Y ¿el segundo problema? Que la policía se enterase de su plan y le detuviese el domingo. Eso sí, le dio tiempo a Dale a celebrar el reencuentro con su novia en algún que otro garito de la isla de Man.