El cirujano Carlos Arzuza de 48 años, fue detenido por una mala praxis en su profesión, después de que provocara la muerte de una mujer tras realizar una intervención de cirugía estética.
El médico fue encontrado en una propiedad que utilizaba como clínica clandestina, donde operaba a sus pacientes, en el centro de Mendoza, una de las principales ciudades de Argentina, según cuenta el diario Clarín.
Lo curioso es en el momento de su detención, el hombre fu sorprendido mientras se realizaba a sí mismo una operación de alargamiento de pene, ayudado por su asistente. Debido a las lesiones producidas por la operación, fue trasladado al Hospital Central, donde permaneció ingresado bajo custodia policial, pues presentaba principio de gangrena en la zona operada.
En esta operación policial también ha sido detenida su asistente. Ambos han sido acusados de cometer mala praxis con una paciente que falleció tras someterse a una operación de estética.
La mujer se sometió a una liposucción e implante de glúteos y unos días más tarde falleció en su vivienda. Según la autopsia, los niveles de la mujer se descompensaron y falleció a causa de los problemas que aparecieron tras la operación.
El hombre cuenta con licencia para ejercer su profesión y trabaja en un hospital, pero no está autorizado a realizar este tipo de operaciones y además la clínica no contaba con la licencia correspondiente, por lo que fue clausurada más tarde.