"Con fecha de hoy renuncio a mi mandato como primer ministro e, implícitamente, al del Gobierno de Rumanía", anunció Ponta en una rueda de prensa televisada desde el Palacio Victoriei, sede del Ejecutivo.
Ponta, que es juzgado por evasión fiscal, blanqueo de dinero y falsedad documental, explicó su dimisión en la necesidad de asumir responsabilidades por la tragedia del incendio.
"Tengo la obligación de reconocer el enfado legítimo que existe en la sociedad", indicó el primer ministro. "Espero que renunciar a mi mandato y al Gobierno satisfagan las peticiones de los manifestantes", prosiguió Ponta.
Ponta precisó que asegurará la transición a un nuevo Gobierno y pidió que no se aproveche la situación políticamente. "Aquellos que especulen políticamente en este momento lo pagarán caro.", advirtió.