En un comunicado difundido a través de su cuenta oficial de Twitter, James ha explicado que no formalizará su "reciente nominación para convertirse en la nueva líder del partido", debido a la falta de autoridad y apoyo entre las filas de la formación.
"Después de ganarme el entusiasta apoyo de los miembros del partido, fui nominada (...) pero desde entonces, he estado en continuo debate con los altos cargos del partido sobre mi papel", ha explicado la que antes había sido vicepresidenta del partido.
James ha señalado que está "claro" que no cuenta con "suficiente autoridad" ni con "el suficiente apoyo" de sus compañeros de militancia ni de los altos cargos de la formación para "llevar a cabo los cambios" que ve "necesarios" y en los que basó su campaña.
"Por razones personales y profesionales, entonces, no seguiré adelante con el proceso de elección", ha añadido.
No obstante, ha confirmado que mantendrá su escaño como diputada del Parlamento Europeo y que "continuará concentrándose por completo" en sus actividades y responsabilidades en este cargo.
La elección de James fue anunciada en el congreso anual del partido en la localidad de Bournemouth, en la costa inglesa, tras una votación en la que participaron 400.000 militantes.
Sin embargo, James heredó un partido sumido en disputas de facciones y luchas para definir una identidad clara tras lograr su objetivo número uno: la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
Encabezado hasta entonces por el carismático Farage, el UKIP obtuvo casi cuatro millones de votos en las elecciones generales de 2015 y desempeñó un papel clave a la hora de persuadir a los británicos para que votaran a favor del 'Brexit' en el referéndum del 23 de junio.