El Gobierno danés ha alcanzado un acuerdo con los sindicatos y representantes empresariales para integrar a los refugiados en el mercado laboral, de manera que éstos se conviertan en un "recurso" y no en una "carga" para la sociedad danesa, tal y como ha anunciado el primer ministro, Lars Lokke Rasmussen. El acuerdo, alcanzado esta semana, ayudará, según Rasmussen, a introducir a los refugiados en la fuerza laboral de Dinamarca.
Según explica el diario 'The Local', lo más destacado del acuerdo es un nuevo esquema denominado 'educación básica de integración' (IGU, por sus siglas en danés), cuyo objetivo es colocar a los refugiados en empleos de corto plazo con salarios a nivel de aprendiz, de entre 50 y 120 coronas la hora -entre 6,5 y 16 euros-.
Este tipo de empleos IGU sólo podrán desempeñarse durante dos años y a los refugiados también se les ofrecerá desarrollo de habilidades o cursos de educación de hasta 20 semanas.
Asimismo, han explicado, las empresas que contraten a refugiados bajo este modelo de IGU podrán beneficiarse de bonificaciones de hasta 40.000 coronas -más de 5.000 euros-, siempre y cuando los refugiados estén contratados dos años.
Rasmussen ha asegurado que el acuerdo es un brillante ejemplo "del modelo danés". "El trabajo es la clave de la integración", ha afirmado el primer ministro. "Es por eso que es esencial que introduzcamos más rápido a los refugiados en el mercado laboral, para que puedan convertirse en un recurso y no en una carga para nuestra sociedad", ha indicado, en un comunicado.
"El acuerdo forma parte de nuestra potente tradición de trabajar juntos con un mercado laboral para resolver las cuestiones sociales difíciles juntos", ha explicado. "Estoy feliz de haber dado nueva vida al modelo danés con este acuerdo", ha añadido.
En este contexto, el 'premier' danés ha reconocido abiertamente que Dinamarca tiene un registro muy pobre en cuanto a integración de refugiados en el mercado laboral. De hecho, un análisis de 2015 elaborado por la Confederación de Empleadores Daneses mostraba que tres de cada cuatro refugiados llegados al país a comienzos de la década de los 2000 seguían desempleados diez años después.
Críticas hacia el acuerdo
Esta medida parece desviarse de la reciente posición del Gobierno en relación a la crisis de refugiados, ya que en los últimos meses ha propuesto medidas un tanto polémicas, como la confiscación de bienes a los recién llegados, todas ellas destinadas a disuadir la llegada de refugiados al país nórdico.
Sin embargo, esta propuesta no ha sido bien recibida por todos. Kristian Thulesen Dahl, líder del Partido Popular Danés, de extrema derecha, ha expresado su tristeza ante este nuevo acuerdo. "Una vez más, se le da un trato especial a los refugiados y a los migrantes por encima de los daneses", ha escrito en su página de Facebook.
"Un nuevo mercado laboral de bajos salarios va a llegar. Y cuando los dos años a bajo salario se hayan acabado, el sistema de desempleo les estará esperando, mientras otros nuevos refugiados serán contratados con sueldos bajos", ha criticado.
El sindicato FOA tampoco ha sido muy entusiasta con la propuesta y ha expresado preocupación ante la incertidumbre de cómo este acuerdo puede afectar a los trabajadores daneses.
"Este acuerdo supondría que las municipalidades puedan colocar a refugiados en empleos a 49 coronas la hora, y me aterra que puedan darse despidos de gente que tiene condiciones laborales normales", ha indicado el presidente de FOA, Dennis Kristensen, a la emisora DR.