Los partidarios del "no" al cambio de sistema tienen una ventaja de cinco puntos, según los últimos sondeos sobre una consulta a la que están llamados a las urnas algo más de 4 millones de daneses, que podrán votar entre las 08.00 y las 19.00 GMT.
El referendo fue convocado en agosto por el primer ministro danés, el liberal Lars Løkke Rasmussen, poco después de asumir el cargo, obedeciendo a un acuerdo firmado en la anterior legislatura entre varios partidos de ambos lados del arco parlamentario para celebrar una consulta antes de marzo de 2016.
Los partidarios del "sí", que suman algo menos de dos tercios de los escaños del Parlamento, insisten en que Dinamarca se arriesga a tener que abandonar la Oficina Europea de Policía (Europol) si conserva su excepción, mientras que sus opositores aseguran que podría continuar mediante un acuerdo paralelo.
Los defensores de mantener el actual sistema han puesto en duda además la promesa del otro bloque de dejar fuera el área de inmigración y de asilo y de convocar otro referendo si algún día la mayoría del Parlamento quiere sumarse a la línea común de la UE.
Entre los partidarios del "no" figuran, además de la rojiverde Lista Unitaria, dos de las tres fuerzas que apoyan al Gobierno en minoría, entre ellas el ultranacionalista Partido Popular Danés, el segundo más votado en los comicios de junio tras los socialdemócratas y por delante del Partido Liberal de Rasmussen.
Los daneses rechazaron en 1992 el tratado de Maastricht, aunque aprobaron un año después una versión alternativa con excepciones a la política común en cuatro áreas: unión monetaria y económica, defensa, cooperación policial y jurídica y ciudadanía, aunque esta última se considera intrascendente tras el tratado de Amsterdam.
