La divertida reacción del primer ministro holandés tras derramar su café en un edificio gubernamental
El primer ministro holandés, Mark Rutte, ha protagonizado una divertida anécdota al derramar un vaso de café cuando entraba en un edificio gubernamental. Tras el desconcierto inicial, en el que Rutte mira sonriendo al resto de funcionarios que le rodean, el mandatario pide una fregona a una empleada de la limpieza y comienza a fregar el café derramado en el suelo.