Los dos líderes hablaron por teléfono el pasado 28 de enero y coincidieron en la "importancia fundamental" de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para las relaciones transatlánticas, según informó entonces la Casa Blanca.
También remarcaron durante esa conversación "la necesidad de fortalecer la ya robusta cooperación en la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento, y de trabajar para estabilizar áreas de conflicto en Oriente Medio y el norte de África".
Asimismo, el presidente y la canciller hablaron de "Rusia y la crisis en Ucrania", al tiempo que reafirmaron "la importancia de la estrecha cooperación germano-estadounidense" para la paz y seguridad de ambos países, de acuerdo con la Casa Blanca.
Pocos días antes de asumir la Presidencia el pasado 20 de enero, Trump calificó de "error catastrófico" la política de acogida de refugiados de la canciller alemana.
Por su parte, Merkel se mostró crítica con el veto temporal de Trump a la entrada a Estados Unidos a todos los refugiados y los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, bloqueado por decisión de un juez federal y al que el mandatario prevé sustituir en breve con una nueva orden migratoria.
Trump ha aceptado la invitación de Merkel para acudir el próximo julio a la cumbre del G20 (grupo de países desarrollados y emergentes), que se celebrará en la ciudad germana de Hamburgo.