"Le iba a pedir la merienda, pero no me respondió y la vi tirada en el sofá... Parecía muerta" asegura el pequeño Grayson en un vídeo para la CBC. Entonces, los dos hermanos le buscaron el pulso y no lo encontraron. Tampoco salía aire de su nariz.
"No discutimos sobre quién hacía qué, simplemente actuamos frente a la situación" aseguran los niños de 7 y 10 años. Lo siguiente que decidieron fue llamar el 911, que dio instrucciones al más mayor de colocar a su abuela en una posición adecuada e iniciar la reanimación cardiopulmonar. Los servicios sanitarios llegaron 7 minutos después.
Pero ¿cómo sabían los niños cómo reanimar a alguien? Lee, la madre, cuenta que la idea surgió durante una fiesta infantil, cuando descubrió que unos amigos de sus hijos habían aprendido primeros auxilios. Entonces ella, que es enfermera, decidió enseñar también a Grayson y Kian "sin pensar que jamás tuvieran que poner en práctica esos conocimientos".
Finalmente, esos conocimientos básicos permitieron a los pequeños ayudar a su abuela que, al despertarse, tardó un poco en procesar que sus nietos le habían salvado la vida. "Kian me dijo que tenía miedo de haberme roto alguna costilla durante las compresiones porque había oído un crujido, pero eso significada que me estaba reanimando correctamente" asegura la abuela de los pequeños. Ahora, Patti se encuentra mucho mejor y está eternamente agradecida por lo que hicieron sus nietos por ella.