Dos hombres que dicen ser Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, cuyas fotografías fueron difundidas por las fuerzas de seguridad británicas para depurar responsabilidades, han concedido una entrevista a la cadena estatal RT y a la agencia Sputnik en la que se desmarcan de las acusaciones de Reino Unido.
Las investigaciones les sitúan en la ciudad inglesa de Salisbury cerca de la fecha en que Skripal y su hija fueron hallados inconscientes en plena calle, víctimas del agente químico Novichok, de fabricación soviética. Sin embargo, han negado que tengan algo que ver con un suceso que ha provocado tensiones entre Londres y Moscú.
Así, han explicado que no estaban allí por negocios, sino por turismo. La primera vez que fueron a Salisbury fue el 3 de marzo, pero dado que "la ciudad estaba llena de nieve", volvieron a Londres. Al día siguiente el tiempo mejoró y viajaron de nuevo a Salisbury, pero la lluvia supuestamente les llevó a regresar de forma apresurada a la capital británica tras visitar la catedral.
"La catedral es muy bonita, allí hay muchos turistas", ha explicado Boshirov al dar cuenta de un viaje en el que también entraron en bares y pasearon por la ciudad. No saben, sin embargo, si rondaron la casa de los Skripal: "Puede que nos hayamos acercado, no sabemos dónde se encuentra".
"Hasta que empezó esta pesadilla con nosotros, no había oído este apellido y no sabía nada sobre ellos", ha afirmado Boshirov, que también ha desmentido que trasladasen a Reino Unido una sustancia tóxica.
Tanto Boshirov como Petrov se describen como empresarios y han negado trabajar para la Inteligencia rusa. Tras la "pesadilla" que dicen estar viviendo, tienen "miedo" de salir a la calle y temen que tanto su vida como las de sus familias pueda correr riesgo.