EEUU declara el estado de desastre en California por los incendios forestales
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado este lunes el estado de desastre en California y ha ordenado ayuda federal para combatir los incendios forestales, los más destructivos de la historia del estado.
"Acabo de aprobar una solicitud acelerada para una declaración de desastre mayor para el estado de California. Quería responder rápidamente para aliviar algo del increíble sufrimiento que está ocurriendo. Estoy con ustedes", ha señalado el mandatario a través de su cuenta en la red social Twitter.
Según ha informado la Casa Blanca en un comunicado, la declaración pone fondos federales a disposición de las personas afectadas en los condados de Butte, Los Ángeles y Ventura.
"La asistencia puede incluir subvenciones para viviendas temporales y reparaciones de viviendas, préstamos a bajo coste para cubrir pérdidas de propiedad no aseguradas y otros programas para ayudar a individuos y dueños de negocios a recuperarse de los efectos del desastre", ha señalado la Casa Blanca.
El sheriff del condado de Butte, Kory Honea, ha informado de que se han denunciado un total de 228 desapariciones para personas como consecuencia de los graves incendios que azotan California y que se han cobrado la vida de al menos 31 personas.
"Hasta ahora hemos localizado a 107 personas que estaban desaparecidas", ha explicado Honea en declaraciones a la prensa estadounidense. El sheriff ha subrayado que lo más probable es que la mayoría de los desaparecidos se encuentren a salvo tras huir de las llamas.
El Departamento del Sheriff ha puesto en marcha además varias líneas de atención telefónica para facilitar la localización de familiares y conocidos desaparecidos.
Mientras, los forenses trabajan en la identificación de los cadáveres localizados hasta el momento y dos equipos especializados en antropología colaboran para resolver los casos más complicados. Por ello no se descarta la utilización de pruebas de ADN.
Hasta 29 de los fallecidos han sido localizados en el norte del estado, mientras que en California sur hay dos muertos más y las autoridades han pedido a la población permanecer alerta y cumplir con las órdenes de evacuación. El conocido como fuego de Woolsey está controlad solo al 20% y ha destruido ya 37.000 hectáreas y 370 estructuras.
Los vientos, con rachas de hasta 100 kilómetros por hora, se mantienen en zonas montañosas, valles y cañones del sur de California, lo que dificulta las labores de extinción y el riesgo para las infraestructuras. En particular el peligro podría venir de la caída de postes del tendido eléctrico y árboles.