La posición que Amazon ha ocupado durante la última década le ha llevado a consolidarse como la plataforma con más trafico e importancia en venta online. Esto ha hecho que se haya generado un monopolio en torno a ella, con lo que ha establecido sus propias leyes y "reglas del juego" copando el mercado y obligando al resto de empresas a recurrir a su servicio.
Ahora el gigante del comercio electrónico Amazon se enfrenta a una demanda de la Comisión Federal de Comercio estadounidense (FTC) y los 17 estados de EE.UU. que le acusa de mantener "ilegalmente su poder de monopolio" mediante la degradación de la experiencia de compra para clientes y empresas. "Amazon es un agente monopolístico y explota sus monopolios de forma que compradores y vendedores pagan más por un servicio de peor calidad", ha afirmado la presidenta de la FTC, Lina Khan.
En una demanda interpuesta en un juzgado federal de Seattle, en el Estado de Washington, la FTC y 17 fiscales estatales más han acusado a Amazon por recurrir a tácticas que lesionan la competencia y que impiden "a sus actuales rivales crecer y a los nuevos arraigar" mediante múltiples prácticas exclusionistas y contrarias a la competencia. Para John Newman, el responsable de la Oficina de Competencia de la FTC, "raramente" en la historia de las leyes antimonopolio de Estados Unidos una demanda como la presentada tiene tanto "potencial de hacer tanto bien a tanta gente" en caso de prosperar.
Las técnicas exclusionistas de Amazon
La compañía ha sido demandada por forzar a los oferentes presentes en la plataforma a hacer uso de sus servicios logísticos y de entrega para lograr un mejor posicionamiento de sus productos en la web. Por otro lado, las empresas que ofrecen sus productos con precios más bajos en otros portales son "castigados".
También cita las fuertes condiciones que Amazon pone a los vendedores para que sus productos se incluyan en las condiciones de las ventas "Prime", con las que llegan a muchos más clientes. Igualmente habla de métodos como el de dificultar las búsquedas o incluir en ellas "anuncios basura" para hacer que los compradores desistan de seguir buscando los mejores precios y accedan a pagar más. O también trucar dichas búsquedas para que siempre aparezcan antes los productos elegidos por la compañía por delante de otros de mayor calidad.
Asimismo, Amazon impone tasas prohibitivas a las "decenas de miles de empresas que no tienen otro remedio que recurrir a Amazon para permanecer abiertas". En este sentido, teniendo en cuenta las distintas modalidades de tributos, las firmas que se valen de la plataforma tienen que "pagar cerca del 50% de sus ingresos totales" a la compañía de Jeff Bezos.
"El patrón continuo de conducta ilegal de Amazon bloquea la competencia, lo que le permite ejercer un poder de monopolio para inflar los precios, degradar la calidad y minar la innovación para los consumidores y las empresas", ha resumido el comunicado del organismo regulador.
Investigaciones que preceden a Amazon
El pasado julio, la Comisión Europea abrió una investigación "en profundidad" contra Amazon tras su adquisición de iRobot, empresa detrás de los aspiradores Roomba, por las ventajas que la transacción podrían dar a la primera a la hora de "restringir" la competencia en el mercado de aspiradores autónomos a la vez que "refuerza su posición como proveedor de mercado".
Según las averiguaciones preliminares del organismo, la adquisición "podría" permitir que Amazon limite la competencia al impedir o dificultar la comercialización de aspiradores rivales en su web, o mediante la restricción de la compatibilidad de estos con otros dispositivos domésticos, como Alexa.