La Administración Trump ha dado un nuevo paso para acabar con el acercamiento de EEUU a Cuba que se inició a finales de 2014 durante el Gobierno de Barack Obama.
Los Departamentos de Comercio y del Tesoro han anunciado conjuntamente nuevas restricciones para viajar a la isla, que afectan a los viajeros estadounidenses que llegaban hasta ahora a La Habana en cruceros o los que viajaban para realizar turismo educacional.
El Gobierno norteamericano ha prohibido los tours organizados que han empleado los estadounidenses para convertirse detrás de los canadienses en los viajeros que más utilizan los cruceros para trasladarse a Cuba.
Además, la Administración de Washington ha prohibido la exportación de barcos de recreo, botes y aviones privados a la isla con el objetivo de reducir su ingreso de dólares y divisas y forzarla a cambiar su política exterior.
El secretario del Tesoro, en un comunicado, ha asegurado que Cuba sigue desestabilizando el hemisferio occidental, fomentando la inestabilidad, el incumplimiento de la ley y suprimiendo la democracia en naciones como Venezuela y Nicaragua.