El ataque aéreo se realizó "después de que las fuerzas estadounidenses y sus socios fueran atacadas", según un comunicado. "Actualmente evaluamos que dieciocho terroristas fueron muertos en ataque" y "otros dos" perdieron la vida a manos de las fuerzas somalíes con "fuego de armas pequeñas durante el enfrentamiento", agregó la fuente.
Hasta ahora, no han encontrado heridos o bajas civiles tras el ataque aéreo. "Las fuerzas de EE.UU. -añadió- continuarán utilizando todas las medidas autorizadas y apropiadas para proteger a los ciudadanos estadounidenses y desactivar las amenazas terroristas".
Precisó que "esto incluye la asociación con la AMISOM (misión de la Unión Africana en el país) y las Fuerzas de Seguridad Nacional de Somalia (SNSF) en operaciones combinadas de lucha contra el terrorismo y ataques contra terroristas, sus campos de entrenamiento y sus refugios seguros en toda Somalia y la región".
Según datos del Pentágono obtenidos por Efe, durante 2017 las Fuerzas Armadas llevaron a cabo 35 bombardeos en Somalia, tanto contra miembros de Al Shabab como de la organización terrorista Estado Islámico (EI), en los que fueron abatidos más de 200 presuntos radicales.
Al Shabab, que se unió en 2012 a la red internacional de Al Qaeda, controla parte del territorio en el centro y el sur de Somalia.