Gary Bowles, de 57 años, ha sido ejecutado por inyección letal a las 22.58 (hora local) en Raiford, Florida, según han afirmado las autoridades. La ejecución se ha retrasado varias horas debido a que los abogados de Bowles han presentado sin éxito una apelación de última hora ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos, que más tarde rechazó.
Bowles se declaró culpable y un jurado le condenó a muerte en 1996 por el asesinato en primer grado de Walter Hinton en el condado de Duval dos años antes. Su condena fue revocada por el Tribunal Supremo de Florida, pero un nuevo jurado le volvió a condenar a muerte en 1999.
La noche del 16 de noviembre, después de beber y fumar marihuana con Hinton, Bowles fracturó la cara y mandíbula de la víctima mientras dormía. Luego puso un trapo en su boca y le asfixió hasta morirse, según los documentos judiciales.
Bowles fue detenido dos días después y aseguró a los investigadores que había usado su cuerpo desde que era un adolescente para obtener comida, refugio y dinero y comenzó a "estafar a los homosexuales", aunque recalcó que odiaba tener sexo con ellos. Los fiscales acusaron a Bowles de atacar a sus víctimas porque eran homosexuales, según los documentos judiciales.
Según los fiscales, Bowles también mató a John Roberts, de 59 años en marzo de 1994, a quien golpeó con una lámpara y luego le asfixió con la misma técnica que practicó a Hinton. Dos meses después, Bowles mató a Albert Morris, de 38 años, con quien se peleó en un bar y luego asfixió con una toalla. Bowles recibió una condena de cadena perpetua en Florida por los asesinatos de Morris y Roberts.
Bowles ha sido el decimotercer preso ejecutado en Estados Unidos y el segundo en Florida en 2019, según el Centro de Información sobre Pena de Muerte.