En declaraciones telefónicas, el portavoz de la Agrupación Fastaqim, Amar Saqar, señaló desde dentro de los distritos sitiados de la urbe que "se ha logrado un acuerdo para reanudar la operación de evacuación, que es un cambio forzado para cambiar la demografía de Alepo".
Asimismo, el pacto contempla la salida de personas de los pueblos de mayoría chií de Fua y Kefraya, controlados por los efectivos gubernamentales y en la provincia vecina de Idleb, y de las localidades de Al Zabadani y Madaya, al noroeste de Damasco y en poder de los rebeldes.
Fua y Kefraya están asediados por el Frente de la Conquista del Levante (antiguo Frente Al Nusra, exfilial siria de Al Qaeda) y otras facciones; mientras que Al Zabadani y Madaya está rodeadas por los leales al Gobierno de Damasco. Según Saqar, el proceso en todas esas poblaciones y en Alepo comenzará de forma simultánea.
Pese a haberse alcanzado un pacto, la fuente destacó que todavía hay negociaciones sobre el número de personas que saldrán de Fua y Kefraya: "Nos han pedido que sean 4.000 entre heridos, enfermos, civiles y milicianos, pero todavía hay conversaciones sobre el número".
"Nosotros exigimos que haya garantías internacionales, o que la operación se produzca bajo supervisión internacional", apuntó. Anteriormente, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló que unos 126 autobuses estaban listos para evacuar a unas 4.000 personas de Fua y Kefraya. La inclusión de estas dos localidades en el acuerdo para evacuar Alepo ha sido desde el principio una de las condiciones impuestas por Irán.