VENEZUELA

El Grupo de Lima descarta una intervención militar en Venezuela y pide comicios

El Grupo de Lima alejó el fantasma de una intervención militar en Venezuela y volvió a pedir que se celebren elecciones libres y justas tras la reunión celebrada en Bogotá, a la que también acudió EEUU y en la que Juan Guaidó recibió un respaldo unánime tras declararse hace un mes presidente interino.

ondacero.es

Madrid | (Publicado 26.02.2019 06:59 )

Al encuentro acudieron los presidentes de Colombia, Iván Duque; Panamá, Juan Carlos Varela, y Guatemala, Jimmy Morales, además de los vicepresidentes de Estados Unidos, Mike Pence, y Brasil, Hamilton Mourao.

El vicepresidente brasileño fue el más contundente al asegurar que para Brasil la opción militar nunca estuvo sobre la mesa en el caso de Venezuela, sino que ha abogado por "soluciones pacíficas".

Preguntado acerca de las diferentes posturas de los países que componen el Grupo de Lima, así como de Estados Unidos, Mourao respondió con rotundidad que "nadie está apostando por una solución militar".

El más ambiguo fue Pence, que mostró su confianza en que en Venezuela haya una "transición pacífica a la democracia", pero reiteró las palabras del presidente de EEUU, Donald Trump, quien ha advertido de que "todas las opciones están encima de la mesa".

En la reunión, Pence instó a los militares venezolanos a que "tomen la bandera de la democracia" y apoyen a Guaidó.

"Para todos aquellos miembros de las Fuerzas Armadas hoy, si toman la bandera de la democracia, el presidente Guaidó y su Gobierno, así como el Gobierno de Estados Unidos, acogerán su respaldo y le darán alivio de las sanciones que han sido adoptadas", puntualizó.

Pence, que se reunió en privado con Guaidó y Duque, dijo al también jefe del Parlamento venezolano que Estados Unidos está "al 100 %" con él y elogió su trabajo.

También lanzó una advertencia a "todos los que amenacen" a Colombia por su "posición en la defensa de la democracia" en Venezuela.

Recordó que el país andino es el "socio más importante en la región" para EE.UU., por lo que "cualquier amenaza a su soberanía y seguridad enfrentará la determinación de Estados Unidos".

Por su parte, el presidente Duque aseguró que la situación que vive Venezuela no es un dilema entre la guerra y la paz, tal y como considera que quiere plantearlo Maduro, sino entre la continuidad de la dictadura o el retorno de la democracia.

"Estamos reunidos para mostrar que hay un sentimiento grande en la región de multilateralismo cuando se trata de defender principios, ideas y valores democráticos", especificó el mandatario colombiano.

Guaidó, en su primera reunión internacional desde que anunció que asumía la presidencia interina, el pasado 23 de enero, subrayó en su intervención que "ser permisivo" con "la usurpación" que considera que Maduro hace con el poder "sería una amenaza para la democracia en toda América".

Al igual que Duque, aseguró que en Venezuela "no hay dilema entre guerra y paz" porque es la segunda la que debe "prevalecer".

En la declaración final, el grupo enfatizó de nuevo que la transición democrática en Venezuela tiene que ser llevada a cabo por los ciudadanos de ese país de forma pacífica y siempre bajo "el amparo de la Constitución".

El grupo "reitera su convicción de que la transición a la democracia debe ser conducida por los propios venezolanos pacíficamente y en el marco de la Constitución y el derecho internacional, apoyada por medios políticos y diplomáticos, sin uso de la fuerza", reza la declaración final, que fue leída por el ministro colombiano de Exteriores, Carlos Holmes Trujillo.

En esa declaración, expresaron también "el derecho de todos los venezolanos a vivir en democracia y libertad", y reiteraron su respaldo a la celebración de elecciones libres y justas, abiertas a la participación de todas las fuerzas políticas.

Para esos comicios, reclamaron "acompañamiento y observación internacional" y que sean "organizadas por una autoridad electoral neutral y legítimamente constituida".

El GHrupo de Lima, por otra parte, pidió a la Corte Penal Internacional (CPI) que "tome en consideración" la "grave situación de Venezuela y la denegación del acceso a la asistencia humanitaria, que constituye un crimen de lesa humanidad".

El grupo, que está compuesto por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía, fue creado en la capital peruana en agosto de 2017 con el propósito de encontrar salidas a la crisis en Venezuela.

En esta reunión de Bogotá no participaron representantes de México, Costa Rica, Guyana y Santa Lucía.