El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva parte como principal favorito para vencer en las elecciones del 2 de octubre, después de que haya aparecido como la primera preferencia entre los brasileños en todas las encuestas que se han ido publicando desde que recuperó sus derechos políticos.
El presidente que erradicó la pobreza
Séptimo hijo de un matrimonio analfabeto, emigró junto a su familia a Sao Paulo después de que su padre les abandonara. Ahí trabajó como vendedor ambulante y a los 15 años, sufrió un accidente al manipular una máquina que le costó la pérdida del dedo meñique.
A finales de los años 70, encabezó el sindicato metalúrgico y lideró una huelga que desafió a la dictadura militar, tras lo cual fundó el Partido de los Trabajadores (PT), cuyos afiliados y simpatizantes se denominan "petistas".
Fue el primer presidente brasileño salido de la clase obrera. Cuando llegó al poder en 2003, su programa tenía como principal prioridad la erradicación de la pobreza gracias a la elaboración de políticas sociales, algo que consiguió durante su mandato (2003-2010) cuando sacó a 30 millones de personas de la pobreza extrema. Por este motivo gozó de gran popularidad entre las clases trabajadores y las rentas más bajas, pero también entre los propios mercados y las entidades bancarias, que vieron una oportunidad en el auge de las materias primas.
¿Por qué estuvo en la cárcel?
Ese periodo de abundancia y prosperidad en Brasil se vio enturbiado a partir de 2011, cuando los continuos escándalos de corrupción significaron su muerte política al menos durante 580 días, el tiempo que pasó en la cárcel tras ser condenado a 12 años de prisión por corrupción, por haber participado en una trama en la que se lucraron decenas de políticos y empresarios.
La investigación y la condena -que impidió que Lula da Silva se presentara a las elecciones en 2018- siempre estuvo rodeada de muchas polémicas. De hecho, el propio presidente siempre afirmó que era víctima de una persecución política.
Sea como fuere, tras 19 meses de condena, fue puesto en libertad después de que el Tribunal Supremo anulara por unanimidad sus condenas por corrupción tras hallar que el juez instructor de aquellas, Sergio Moro -después ministro de Justicia con Jail Bolsonaro- no actuó con imparcialidad.
