Los diputados del VVD, junto con los 19 que han logrado tanto Llamada Democristiana (CDU) como los centristas de Demócratas 66 (D66), darían lugar a un Ejecutivo en minoría con 71 apoyos parlamentarios. El primer ministro ya adelantó durante un debate electoral radiofónico que los socios de coalición que tiene en mente son D66 y CDA.
El líder de D66, Alexander Pechtold, también apostó durante la campaña por un gobierno progresista "de centro" formado con los liberales y los democristianos. Para superar los 76 parlamentarios que proporcionan la mayoría absoluta en una Cámara Baja con 150 miembros, Rutte podría recurrir a los 9 escaños de los laboristas (PvdA), sus socios de Gobierno en la pasada legislatura.
Sin embargo, queda por ver si el PvdA está dispuesto a volver a pactar con los liberales de derechas del VVD tras cuatro años y medio de alianza y la pérdida de 29 escaños en estos comicios. Su líder, Lodewijk Asscher, dio un discurso tras la publicación de los sondeos a pie de urna en el que reconoció la derrota de su partido y, entre lágrimas, aseguró que seguirá siendo líder de su formación y que luchará "por una economía justa y una sociedad decente" en Holanda.
Pese a los 20 escaños del Partido de la Libertad, la mayoría de formaciones políticas ya manifestaron durante la campaña electoral su negativa a pactar con el ultraderechista y eurófobo Geert Wilders. De hecho, Rutte aseguró durante las semanas previas a los comicios que la probabilidad de gobernar junto a Wilders "no es 0,1, sino cero".
Aun así, el líder xenófobo, que entre 2010 y 2012 actuó como apoyo externo del primer Gobierno liderado por Rutte, llegó a exigir "un puesto en la futura coalición" y argumentó en su favor haber ganado cinco escaños, frente a las pérdidas del VVD con respecto a los anteriores comicios. Tampoco parece probable una alianza entre las fuerzas de izquierda, pese al ascenso del partido verde Groenlinks, que ha pasado de los 4 hasta los 14 asientos en el Parlamento neerlandés.
El apoyo de los 14 diputados pertenecientes al Partido Socialista (PS) resultaría insuficiente, si bien su líder, Emile Roemer, pidió a los demás partidos de izquierda "no ir detrás de la derecha" y aseguró que resultará "emocionante" conocer el color del futuro Ejecutivo.